La ciudad de Charlotte ha sido escenario de muchas
protestas, después de que dos hombres negros fueran asesinados por la policía
en dos estados diferentes: Carolina del Norte y Oklahoma.
Entre las protestas (a menudo violentas) que han impregnado
las calles de Charlotte, Carolina del Norte (EE.UU.), en los últimos días, una
escena que ha llamado la atención en los medios sociales: son los policías que
decidieron arrodillarse para orar por la paz en la ciudad justo antes de salir
a la calle con sus patrullas.
El gran número de protestas ha surgido debido a las
recientes muertes de hombres negros por culpa de la policía, como ocurrió en la
misma ciudad de Charlotte, con Keith Scott, de 43 años y el pastor Terence
Crutcher, 40, en Tulsa, Oklahoma.
La foto de la policía en un momento de oración fue
compartida por el periodista cristiano y presentador de la estación Fox 35,
Ryan Elijah en su perfil de Twitter.
“La imagen poderosa de soldados de Carolina del Norte que
ruega antes de viajar a las calles de Charlotte calles”, dijo el periodista al
compartir el mensaje.
Charlotte, que es uno de los centros urbanos más vibrantes
en el sureste de Estados Unidos, ha sido escenario de varias manifestaciones y
el miércoles hubo choques violentos entre los manifestantes.
Con la reciente muerte de Keith Scott aumentó a 194 la cifra
de afroamericanos muertos este año en Estados Unidos a manos de la policía,
confirmó hoy el contador especializado del diario The Guardian.
El proyecto del portal británico contabiliza todas las
muertes resultantes de choques directos con la policía, y su fiabilidad ha sido
reconocida por las propias autoridades federales de este país.
Los policías que mataron a Scott buscaban a otro hombre, y
afirman que el ultimado tenía un arma, algo que niegan sus familiares, lo cual
desató una ola de protesta y vandalismo en Charlotte, Carolina del Norte.
La muerte de Scott ocurre al día siguiente de que la
divulgación de varios videos que muestran cómo una oficial de policía mató a
Terence Crutcher, un ciudadano negro de 40 años sin armas y con las manos en
alto, en Tulsa, Oklahoma.
Según las autoridades, el voluminoso Crutcher se rehusó a
seguir las indicaciones de los policías, y negaron que la raza tuviera que ver
con las preocupaciones de los uniformados.
En julio pasado, la muerte en días consecutivos de Alton
Sterling y Philando Castile desataron una ola de protestas contra la brutalidad
policial, que incluyó el asesinato de varios agentes en Dallas, ultimados por
un francotirador perturbado.
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